sociedad de tasación

¿Qué aspectos revisa una sociedad de tasación?

Hacer la tasación de un inmueble permite conocer su valor real a la hora de afrontar numerosas operaciones, desde firmar una hipoteca a disolver una sociedad o repartir una herencia.

Dada la importancia tanto de los activos inmobiliarios -a menudo son los activos más grandes que una persona posee- como de las operaciones en que pueden verse envueltos, contratar a una sociedad de tasación es un paso más que recomendable -a menudo obligatorio- a la hora de actuar en el mercado.

¿Por qué contratar una sociedad de tasación?

Contratar una sociedad de tasación permite afrontar una operación inmobiliaria con una serie de garantías cubiertas:

  • Valoración precisa: un tasador profesional tiene la capacidad de realizar una valoración precisa del bien, teniendo en cuenta todos los factores que influyen en el valor de una vivienda.
  • Cumplimiento de normativas: una tasadora homologada está capacitada para cumplir con las normativas y regulaciones que rigen la tasación de bienes. Si la finalidad de la tasación es la concesión de un préstamo hipotecario, solo estará capacitada para realizarla una Sociedad de Tasación homologada por el Banco de España.
  • Objetividad: un tasador profesional es un agente imparcial que no tiene intereses personales en la tasación, lo que garantiza una valoración objetiva del bien.
  • Experiencia y conocimiento: una sociedad de tasación tiene experiencia y conocimiento en la valoración de bienes, además de una amplia base de datos de información de mercado, lo que le permite realizar una tasación precisa y justa.
tasador

¿Qué elementos se comprueban al hacer una tasación?

Al margen de todos los factores que debe tener en cuenta un tasador a la hora de realizar un informe de tasación de un inmueble, hay una serie de revisiones básicas que han de realizarse con carácter previo a la redacción del mismo.

Así, el informe de tasación debe recoger, entre otras cosas, estos elementos, a menudo procediendo a realizar una comprobación física:

  • Los datos del solicitante de la tasación.
  • Los datos registrales y catastrales del inmueble.
  • La correcta identificación y localización del inmueble, cotejándolo fehaciéntemente con registro y catastro. En este punto hay que resaltar la importancia de una buena documentación registral que contenga la descripción completa del inmueble que permita, sin ningún género de dudas, asegurar que dicha documentación corresponde al inmueble visitado.
  • La finalidad de la tasación, que va a determinar cuál es la normativa aplicable en la valoración.
  • El estado de ocupación del bien: si está alquilado o cedido su uso bajo algún título.
  • El régimen de protección: si el inmueble es libre de venta y renta o si se encuentra acogido a algún régimen de protección pública que limite su valor en el mercado.
  • El régimen de protección del patrimonio arquitectónico.
  • La comprobación del entorno: tipo de núcleo, población, delimitación y rasgos urbanos,  equipamiento, servicios y comunicaciones, etc.
  • Los datos del edificio: antigüedad, calidades, estado de conservación.
  • Los datos del propio inmueble: medición de superficies, distribución, acabados, calidades constructivas, etc.
  • Las posibles cargas urbanísticas.
  • Análisis exhaustivo de la situación de mercado y las tendencias actuales.